Lepidóptero de la familia Erebidae y de la subfamilia Lymantriinae, presente en la mancha conquense.
No he visto al imago pero sí a su oruga. El imago tiene una coloración a menudo oscura en casi su totalidad, aunque también hay ejemplares marrones. Tiene las costas ligeramente convexas, al igual que los márgenes de las alas. Los vértices son suavemente redondeados. En su coloración destacan dos manchas grisáceas en la costa, una a mitad de la longitud de la misma y otra en el ápice, si bien no siempre están ambas claramente presentes. A veces hay una línea grisácea sinuosa transversal cerca de la base del ala anterior. Lo que sí parece mostrar siempre son unas llamativas manchas blancas alargadas, una por ala, en el ángulo anal del ala anterior. Las alas posteriores son de coloración uniforme en el anverso, del mismo tono que el dominante en el ala anterior. Tiene una envergadura alar de unos 23 mm.
Su oruga es impresionante, aunque no por su tamaño, sino por su aspecto. Llama la atención por su colorido y por la variedad de pelos que muestra en su superficie. En los estadios avanzados tiene un mechón de pelo negro que sobresale en el extremo posterior del dorso. Mechones similares salen del otro extremo, tras la cabeza, uno a cada lado. También tiene una serie de densos mechones de pelo en el dorso, uno a cada lado de la línea media, en los cuatro primeros segmentos abdominales (un total de ocho). Estos son pardos o anaranjados. El resto del cuerpo está cubierto de pelos gruesos y de distinta longitud. Los más cortos son blancos mientras que los más largos son negros. La coloración del cuerpo de la oruga combina áreas azules y amarillas, que se alternan como líneas longitudinales. En la línea media dorsal (azul) y entre las líneas azules y amarillas, aparecen zonas negras. Por último destacan una serie de puntos rojos o anaranjados (de los que salen muchos pelos) que se alinean transversalmente en cada segmento corporal.
Como platas huéspedes se han descrito Cistus, Coriaria y Quercus.
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