Lycosa hispanica (Walckenaer, 1837)

Lycosa hispanica dufouri
Lycosa hispanica

Aquí tenemos a uno de los grandes Lycosidae de Europa. Creo que el más grande de la fauna ibérica. Ha sido objeto de varios cambios en su denominación en poco tiempo. Ahora parece haberse aceptado una subespecie denominada L. hispanica dufouri (Simon, 1876) en 2019 (Nentwig et al.).

Tiene un tamaño que, en las hembras, puede superar los 3 cm en su cuerpo sin contar las patas. Los machos son algo más pequeños. El aspecto de esta araña es realmente imponente, pero no es fácil verlas pese a ser muy comunes por la zona. Esto se debe a sus hábitos nocturnos. Viven en galerías excavadas en la tierra, en cuyo extremo pueden observarse hilos cortos de seda que delatan la presencia de la araña, si bien suelen no destacar. Por el día solo se aventuran los machos en la época reproductora. Las guaridas suelen estar muy bien camufladas en el terreno, normalmente descampado, entre la hierba seca y las pequeñas piedras. Desde ellas cazan a las presas que se aproximan al agujero. Su picadura es dolorosa para el hombre, en ocasiones causa lesiones necrotizantes, pero normalmente no va más allá salvo en caso de reacciones alérgicas.

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Detalle de la cabeza. Pueden verse los dos grandes ojos frontales superiores. Debajo una hilera de 4 ojos más pequeños. Se observa parcialmente el lateral derecho. Impresiona el tamaño de sus formidables quelíceros.

En cuanto a su aspecto hay muchos detalles que permiten diferenciarla, pero no son muy aparentes en un vistazo general. Hay otra especie de este género en la fauna ibérica: Lycosa fasciiventris, a la que no estoy seguro de haber visto aunque me parece probable. L. hispanica Presenta un prosoma con un dibujo consistente en dos grandes bandas oscuras longitudinales, una a cada lado de una banda central clara que es más ancha a medida que se aproxima a los ojos. En las áreas oscuras no se observan «radios» claros, lo que permite a simple vista distinguirla de Hogna radiata. En una vista lateral del prosoma se observa que la parte cefálica del mismo es mucho más alta que la parte posterior, detalle que la distingue de L. fasciiventris, cuyo prosoma es casi igual de alto en la parte posterior y anterior. También se habla de diferencias entre la curvatura de la fila inferior de los ojos para distinguir estas dos especies, pero me resulta un tanto subjetivo.

El dibujo dorsal del opistosoma no permite identificar de forma fiable a la especie, pues además suele tener un aspecto muy desgastado, de tonos grisáceos, en ejemplares más viejos. Sin embargo, el dibujo ventral del opistosoma sí que es útil para identificar la especie. Presenta una coloración amarilla o anaranjada con una gran banda ancha negra transversal tras el surco epigástrico. En L. fasciiventris esta mancha negra es más larga que ancha. Además las patas presentan grandes anillos negros en la parte inferior de las patas.

Lycosa hispanica dufouri
Visión ventral.

Como otros licósidos, la hembra porta en su cuerpo a las pequeñas crías durante el inicio del desarrollo de las mismas tras emerger de sus huevos.

L. hispanica.
Hembra en posición defensiva.

En la imagen puede verse una enorme hembra con las crías correteando por el abdomen. Presenta un aspecto amenazador defendiendo su madriguera, que puede observarse en el fondo. También se aprecia bien el tono amarillento del vientre de la hembra, la mancha transversal negra del epigino y las manchas negras a modo de anillo inferior que salpican sus patas claras.

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