Berberomeloe majalis (Linnaeus, 1758)

Berbelomeloe majalis

Berberomeloe majalis.

Coleóptero de la familia Meloidae y la subfamilia Meloinae. Conocida como aceitera común o curita por la zona. No es raro verlos corretear por el suelo de alguna pradera al final de la primavera.

Hasta hace poco se consideraba que el género Berberomeloe estaba formado por dos especies en la península ibérica: B. majalis y B. insignis. La diferenciación entre ambas era sencilla porque B. insignis tiene dos manchas rojas en los laterales de la nuca, mientras que la cabeza de B. majalis es completamente negra. No obstante recientes estudios (Alberto Sánchez-Vialas et al. «Patterns of morphological diversification in giant Berberomeloe blíster beetles (Coleoptera: Meloidae) reveal an unexpected taxonomic diversity concordant with mtDNA phylogenetic structure. Zoological Journal of the Linnean Society) han complicado bastante la cosa, dando por buenas varias especies donde antes solo estaba B. majalis. De este modo el género queda integrado por 8 especies: B. majalis, B. comunero, B. indalo, B. insignis, B. laevigatus, B. payoyo y B. tenebrosus. Las diferencias externas entre ellas aún no las conozco y el patrón de distribución es la herramienta usada. Corresponde a la mancha conquense B. majalis, de momento.

Las hembras fecundadas ponen miles de huevos en el suelo. Las minúsculas larvas que salen de ellos buscan nidos terrestres de avispas y abejas silvestres. Si llegan a lograrlo devorarán los huevos y las larvas de los nidos y seguirán con otras reservas de alimento (miel, polen, etc.). Los adultos se alimentan de plantas.

Como claves de Berberomeloe majalis se describen:

  • Sienes poco desarrolladas y apenas o nada salientes.
  • Antenas cortas con los segmentos IV al X subtrapezoidales y dentados, pero sin dientes externos muy desarrollados.
  • Ángulos anteriores del pronoto poco o nada salientes.
  • Pronoto subcuadrangular, con los lados paralelos.
  • Puntuación cefálica y pronotal gruesa, en muchas ocasiones confluyente.
  • Ápice de los parámeros estrecho y corto.
  • Coloración con sienes de color negro y la parte posterior de los terguitos abdominales generalmente de color rojo o anaranjado (a veces totalmente negros).

Destacan las hembras, que son más grandes (hasta 75 mm) y más fáciles de ver. Los machos son más discretos en su tamaño y coloración.

La coloración aposemática no es casual, se trata de un aviso. Emite al ser molestado una sustancia cáustica y maloliente que contiene cantaridina. Ésta es muy tóxica si se ingiere (se estima que solo 0.03 gramos tienen un efecto nefrotóxico letal), puede producir conjuntivitis intensa si entra en contacto con los ojos y puede producir irritación y ampollas en la piel. Por tanto, evitar tocarla.

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