Vespa crabro (Linnaeus, 1758)

Vespa crabro, iniciando el vuelo.

Avispa de la familia Vespidae y la subfamilia Vespinae. No está presente en la mancha conquense. Para verla hay que irse a zonas colindantes de cierta altitud como las serranías de Cuenca, el Segura o los montes de Toledo. Siempre la he visto en zonas con cursos de agua.

Es una de las cuatro especies del género Vespa presente en la fauna ibérica y la única considerada autóctona. Es conocida vulgarmente como avispón europeo. Es una especie social, forma colonias.

Tiene una longitud de 17-23 mm en obreras y 24-33 mm en las reinas. Además de su tamaño, destaca por la presencia de áreas de color rojo oscuro en cabeza, mesonoto y patas (totalmente de color marrón rojizo). La cabeza muestra las mandíbulas, los senos oculares y el clípeo amarillos. La parte superior de la cabeza (vértex) es marrón rojizo, al igual que las genas. El pronoto mantiene el color marrón rojizo oscuro, al igual que el metanoto y el propodeo. El mesonoto es negro con una línea longitudinal ancha de color rojo oscuro que se abre hacia la base dibujando una especie de «V». En cuanto al abdomen, el primer tergo es de coloración rojiza o negruzca, con la mitad posterior amarilla, de forma que dibuja una especie de delgado anillo amarillo. El segundo presenta una gran mancha oscura en la base, tridentada hacia la parte posterior, con el resto amarillo. Los segmentos siguientes los amarillos con una mancha negra a cada lado.

Ejemplar que tras un rato volando a ras de suelo, captura un saltamontes y se sube a una rama de pino para comérselo.

Como otras especies de su familia construyen grandes nidos con fibra de papel que fabrican masticando madera y que ocultan en huecos de árboles, edificios humanos u otras oquedades. Aunque su tamaño es similar a la de la invasora V. vetulina, su aspecto de cerca es claramente diferente por su coloración y la extensión de sus zonas oscuras.

Son cazadoras de otros invertebrados aunque también se sienten atraídas por frutos maduros.