Los pseudoescorpiones son un grupo de diminutos arácnidos de palpos modificados, convertidos en pinzas, que recuerdan a las de los escorpiones. De ahí les viene el nombre, pero las diferencias son notables. Así no poseen la parte prolongada del opistosoma con el aguijón, presente en los escorpiones.
Su tamaño es de unos pocos milímetros, lo que los hace pasar inadvertidos al ojo humano. Es muy difícil verlos. Aunque no poseen aguijón, conservan el veneno, en uno de los dedos de sus pinzas. Los quelíceros, además de para la alimentación, les sirven para construir sus nidos de seda, pues están conectados con glándulas productoras de dicha sustancia.
Suelen habitar escondidos bajo las cortezas de los árboles, aunque a veces se refugian entre periódicos y libros muy viejos. Se alimentan de minúsculos insectos que comparten hábitat (psocópteros, colémbolos, etc).
Es conocida sus costumbre de utilizar otros animales como medio de transporte. El ejemplar de la imagen superior izquierda estaba agarrado a la pata de un cerambícido.
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