Escarabajo de la familia Coccinellidae y la subfamilia Coccinellinae, ampliamente extendido. Conocida vulgarmente como mariquita de siete puntos, esta especie es el icono de esta familia de escarabajos.
Mide entre 5 y 8 mm de longitud, lo que la convierte en una de las especies de coccinélidos más grandes. La larva poco se parece al imago, tiene el aspecto de un «gusano» con 6 patas, es de color grisáceo con pequeñas zonas de color naranja pálido y apéndices en los segmentos corporales. Las larvas suelen desarrollarse en la vegetación donde abundan los pulgones pues es allí donde los adultos ponen los huevos para que su descendencia pueda alimentarse. Suelen darse dos generaciones anuales. Una vez desarrollada completamente, la larva se fija por el extremo caudal a cualquier planta o rama que le sirva de apoyo y «se pela».
Larva C. septempunctata.
Los restos de esa «piel» pueden contemplarse en la base de la pupa. La pupa tiene una coloración anaranjada con manchas oscuras y aspecto más redondeado que la larva.
Fase pupal.
Una vez el insecto completa su metamorfosis en el interior rompe la pupa y sale el imago. Al principio los élitros son de color naranja sin ninguna puntuación. Pero a medida que se endurecen los élitros van adquiriendo la coloración definitiva.
Fases del desarrollo. A la izquierda una larva, en el centro una pupa y a la derecha un imago recién emergido.
El imago presenta una cabeza negra con dos puntos blancos en la frente. El pronoto es negro con dos manchas blancas rectangulares en los laterales, en los ángulos anteriores. El pronoto es más ancho en la parte posterior. El diminuto escudete es negro. Junto a él aparecen dos manchas blancas alargadas transversalmente cerca del pronoto. Los élitros son rojos con siete puntos negros: uno grande cerca del escudete, centrado en la sutura, y tres más atrás en cada élitro. Ocasionalmente se observa algún punto más o incluso menos. El protórax tiene dos rebordes, la línea femoral está ramificada y las epímeras del metatórax son negras.
Detalle de cabeza y pronoto.
Como la mayoría de coccinélidos se alimenta de pulgones, tanto en su fase larvaria como adulta. La hembra deposita unos 100 huevos (hasta 400 según otros textos). Cada larva devora unos 400 pulgones hasta transformarse en pupa. Se muestran muy activos desde la primavera hasta finales del otoño. Invernan escondidos en rincones, oquedades o entre la vegetación; a menudo en grupos. Aunque se cubran de hielo durante el invierno su interior se mantiene a salvo gracias a que disponen de una especie de anticongelante.
Imago alimentándose de áfidos.
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